UN POCO DE HISTORIA DE ESPAÑA.. VIVA LA REPUBLICA... !!!!!!!!!!!!!
Durante 40 años, cada 18 de julio era festivo, los españoles recibían la paga y el régimen de Francisco Franco celebraba el ‘Alzamiento Nacional’. Durante esos años de dictadura, la Historia la escribieron los vencedores y la manipularon a sus intereses. La realidad es que aquel 18 de julio de 1936 un grupo de militares decidieron sublevarse contra el gobierno legítimo y democrático de la II República y comenzar uno de los episodios más negros de la historia de España: la Guerra Civil.
Aunque sólo eran cuatro los generales de la cúpula militar los que en un primer momento dieron el Golpe de Estado (Franco, Cabanellas, Queipo de Llanos y Goded), la tardía reacción del Gobierno del Frente Popular y el importante empuje de potencias internacionales e intereses económicos (Juan March) permitieron que lo que comenzó siendo ruido de sables en los cuarteles acabara convirtiéndose en la cruel Guerra Civil española y la gris y férrea dictadura franquista.
Antes del 18 de julio (en realidad fue el 17 cuando se produjo el asesinato del general Romerales en el Protectorado de Marruecos a manos de los golpistas) se habían producido el asesinato del líder de la derecha, José Calvo Sotelo, y antes, el asesinato del teniente republicano José Castillo. La tensión entre las dos Españas (o las múltiples concepciones de sociedad) estalló en un reguero de violencia donde los generales sublevados entendieron desde el primer momento que la crueldad con el enemigo (y con los tibios) debía ser la base del triunfo. No hubo piedad para los que se manifestaron leales a la República, ni para los que tenían dudas con la sublevación.
La Coruña, Vigo, Álava, Navarra, las capitanías de Castilla la Vieja y Sevilla apoyaron el golpe, diseñado meses atrás, pero que no encontraba el detonante, no encontraba las adhesiones suficientes (incluso Franco no se sumó definitivamente hasta el asesinato de Calvo Sotelo).
Divisiones internas dentro del Frente Popular
En frente de los golpistas, un débil Gobierno de izquierdas presidido por Casares Quiroga, del que habían renegado los socialistas de Largo Caballero, y que se dedicó más a las conspiraciones internas por el poder que a frenar a los militares rebeldes.
Luego llegaron las huelgas, las disputas políticas, las divisiones, las revoluciones, la descoordinación (de un lado); y la fuerza, las filas prietas, la crueldad, y la determinación (del otro). Tres años de cruel guerra civil, de lucha entre hermanos, de fusilamientos y fosas comunes, de muerte sin colores ni banderas. El episodio más negro de la historia reciente de España, el detonante de cuarenta años de dictadura gris y férrea. Del triunfo de un militar de ascensión meteórica y de pobre bagaje político. De un dictador que decidió celebrar cada 18 de julio su ‘Alzamiento’, que decidió celebrar cada año la fecha que provocó la muerte a más de 750.000 personas.
Durante 40 años, cada 18 de julio era festivo, los españoles recibían la paga y el régimen de Francisco Franco celebraba el ‘Alzamiento Nacional’. Durante esos años de dictadura, la Historia la escribieron los vencedores y la manipularon a sus intereses. La realidad es que aquel 18 de julio de 1936 un grupo de militares decidieron sublevarse contra el gobierno legítimo y democrático de la II República y comenzar uno de los episodios más negros de la historia de España: la Guerra Civil.
Aunque sólo eran cuatro los generales de la cúpula militar los que en un primer momento dieron el Golpe de Estado (Franco, Cabanellas, Queipo de Llanos y Goded), la tardía reacción del Gobierno del Frente Popular y el importante empuje de potencias internacionales e intereses económicos (Juan March) permitieron que lo que comenzó siendo ruido de sables en los cuarteles acabara convirtiéndose en la cruel Guerra Civil española y la gris y férrea dictadura franquista.
Antes del 18 de julio (en realidad fue el 17 cuando se produjo el asesinato del general Romerales en el Protectorado de Marruecos a manos de los golpistas) se habían producido el asesinato del líder de la derecha, José Calvo Sotelo, y antes, el asesinato del teniente republicano José Castillo. La tensión entre las dos Españas (o las múltiples concepciones de sociedad) estalló en un reguero de violencia donde los generales sublevados entendieron desde el primer momento que la crueldad con el enemigo (y con los tibios) debía ser la base del triunfo. No hubo piedad para los que se manifestaron leales a la República, ni para los que tenían dudas con la sublevación.
La Coruña, Vigo, Álava, Navarra, las capitanías de Castilla la Vieja y Sevilla apoyaron el golpe, diseñado meses atrás, pero que no encontraba el detonante, no encontraba las adhesiones suficientes (incluso Franco no se sumó definitivamente hasta el asesinato de Calvo Sotelo).
Divisiones internas dentro del Frente Popular
En frente de los golpistas, un débil Gobierno de izquierdas presidido por Casares Quiroga, del que habían renegado los socialistas de Largo Caballero, y que se dedicó más a las conspiraciones internas por el poder que a frenar a los militares rebeldes.
Luego llegaron las huelgas, las disputas políticas, las divisiones, las revoluciones, la descoordinación (de un lado); y la fuerza, las filas prietas, la crueldad, y la determinación (del otro). Tres años de cruel guerra civil, de lucha entre hermanos, de fusilamientos y fosas comunes, de muerte sin colores ni banderas. El episodio más negro de la historia reciente de España, el detonante de cuarenta años de dictadura gris y férrea. Del triunfo de un militar de ascensión meteórica y de pobre bagaje político. De un dictador que decidió celebrar cada 18 de julio su ‘Alzamiento’, que decidió celebrar cada año la fecha que provocó la muerte a más de 750.000 personas.
2 Comments:
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